lunes, 20 de octubre de 2014

Poemas


Queridos  Alumnos: 

Quisiera que para  la semana que viene trajeran estos poemas que son la letras de tangos emblemáticos de nuestra cultura nacional. Los analizaremos y trabajaremos en clase. Les voy dejando como tarea  que vayan buscando los términos que no comprendan. En algunos casos les puede servir un Diccionario de voces lunfardas que abundan en internet; en otros, un abuelo o abuela que les de un buen reconocimientos de los sentidos de cada frase. ¡Bueno, a trabajar!

Prof. Corina Ofelia Laita


POEMAS DE ENRIQUE SANTOS DISCÉPOLO

Cambalache

 

Que el mundo fue y será una porquería,
Ya lo sé.
En el quinientos seis
Y en el dos mil también.
Que siempre ha habido chorros,
Maquiavelos y estafaos,
Contentos y amargaos,
Valores y dublés.
Pero que el siglo veinte es un despliegue
De malda' insolente
Ya no hay quien lo niegue.
Vivimos revolcaos en un merengue
Y en un mismo lodo todos manoseaos.
Hoy resulta que es lo mismo
Ser derecho que traidor,
Ignorante, sabio, chorro,
Generoso, estafador.
Todo es igual; nada es mejor.
¡Lo mismo un burro que un gran profesor!
No hay aplazaos, ni escalafón.
Los inmorales nos han igualao.
Si uno vive en la impostura
Y otro roba en su ambición,
Da lo mismo que sea cura,
Colchonero, rey de bastos,
Caradura o polizón.
¡Qué falta de respeto!
¡Qué atropello a la razón!
¡Cualquiera es un señor,
Cualquiera es un ladrón!
Mezclaos con Stavinsky,
Van Don Bosco y la Mignón,
Don Chicho y Napoleón,
Carnera y San Martín.
Igual que en la vidriera irrespetuosa
De los cambalaches
Se ha mezclao la vida,
Y herida por un sable sin remaches
Ves llorar la Biblia junto al calefón.

Siglo veinte, cambalache
Problemático y febril;
¡El que no llora, no mama,
Y el que no afana es un gil!
¡Dale nomás, dale que va,
Que allá en el horno nos vamo a encontrar!
¡No pienses más, echate a un lao,
Que a nadie importa si naciste honrao!
¡Si es lo mismo el que labura
Noche y día como un buey,
Que el que vive de los otros,
Que el que mata o el que cura
O esta fuera de la ley!


Yira yira

Cuando la suerte qu' es grela,
fayando y fayando
te largue parao;
cuando estés bien en la vía,
sin rumbo, desesperao;
cuando no tengas ni fe,
ni yerba de ayer
secándose al sol;
cuando rajés los tamangos
buscando ese mango
que te haga morfar...
la indiferencia del mundo
-que es sordo y es mudo-
recién sentirás.
Verás que todo el mentira,
verás que nada es amor,
que al mundo nada le importa...
¡Yira!... ¡Yira!...
Aunque te quiebre la vida,
aunque te muerda un dolor,
no esperes nunca una ayuda,
ni una mano, ni un favor.
Cuando estén secas las pilas
de todos los timbres
que vos apretás,
buscando un pecho fraterno
para morir abrazao...
Cuando te dejen tirao
después de cinchar
lo mismo que a mí.
Cuando manyés que a tu lado
se prueban la ropa
que vas a dejar...
Te acordarás de este otario
que un día, cansado,
¡se puso a ladrar!

Verás que todo el mentira,
verás que nada es amor,
que al mundo nada le importa...
¡Yira!... ¡Yira!...
Aunque te quiebre la vida,
aunque te muerda un dolor,
no esperes nunca una ayuda,
ni una mano, ni un favor.



Sin Palabras

 

Nació de ti...
Buscando una canción que nos uniera,
Y hoy sé que es cruel brutal -quizá-
El castigo que te doy.
Sin palabras
Esta música va a herirte,
Dondequiera que la escuche tu traición...
La noche más absurda, el día más triste.
Cuando estés riendo, o cuando llore tu ilusión.
Perdóname si es Dios,
Quien quiso castigarte al fin...
Si hay llantos que pueden perseguir así,
Si estas notas que nacieron por tu amor,
Al final son un cilicio que abre heridas de una historia... ¡son suplicios, son memorias...!
Fantoche herido, mi dolor, se alzará, cada vez,
Que oigas esta canción!...
Nació de ti...
Mintiendo entre esperanzas un destino,
Y hoy sé que es cruel, brutal -quizá-
El castigo que te doy...
Sin decirlo esta canción dirá tu nombre,
Sin decirlo con tu nombre estaré yo.
Los ojos casi ciegos de mi asombro,
Junto al asombro de perderte y no morir.
Perdóname si es Dios,
Quien quiso castigarte al fin...
Si hay llantos que pueden perseguir así,
Si estas notas que nacieron por tu amor,
Al final son un cilicio que abre heridas de una historia... ¡son suplicios, son memorias...!
Fantoche herido, mi dolor, se alzará, cada vez,
Que oigas esta canción!...

UNO

Uno, busca lleno de esperanzas
el camino que los sueños
prometieron a sus ansias...
Sabe que la lucha es cruel
y es mucha, pero lucha y se desangra
por la fe que lo empecina...
Uno va arrastrándose entre espinas
y en su afán de dar su amor,
sufre y se destroza hasta entender:
que uno se ha quedao sin corazón...
Precio de castigo que uno entrega
por un beso que no llega
a un amor que lo engañó...
¡Vacío ya de amar y de llorar
tanta traición!

Si yo tuviera el corazón...
¡El corazón que di…!
Si yo pudiera como ayer
querer sin presentir...
Es posible que a tus ojos
que me gritan tu cariño
los cerrara con mis besos...
Sin pensar que eran como esos
otros ojos, los perversos,
los que hundieron mi vivir.
Si yo tuviera el corazón...
¡El mismo que perdí…!
Si olvidara a la que ayer
lo destrozó y pudiera amarte…
me abrazaría a tu ilusión
para llorar tu amor...

Pero, Dios, te puso en mi camino
sin pensar que ya es muy tarde
y no sabré cómo quererte...
Déjame que llore
como aquel que sufre en vida
la tortura de llorar su propia muerte...
Pura como sos, habrías salvado
mi esperanza con tu amor...
Uno está tan solo en su dolor...
Uno está tan ciego en su penar....
Pero un frío cruel
que es peor que el odio
-punto muerto de las almas-
tumba horrenda de mi amor,
¡maldijo para siempre y me robó...
toda ilusión!…


Si yo tuviera el corazón...
¡El corazón que di…!
Si yo pudiera como ayer
querer sin presentir...
Es posible que a tus ojos
que me gritan tu cariño
los cerrara con mis besos...
Sin pensar que eran como esos
otros ojos, los perversos,
los que hundieron mi vivir.
Si yo tuviera el corazón...
¡El mismo que perdí…!
Si olvidara a la que ayer
lo destrozó y pudiera amarte…
me abrazaría a tu ilusión
para llorar tu amor...

martes, 14 de octubre de 2014

A cuidarse ! ! !

La Web, fascinante y peligrosa

Ricardo Roa En Clarín el 11 de octubre de 2014

María Belén Rodríguez era modelo hasta que se embarazó hace poco más de tres años. Después o casi al mismo tiempo, alguien detectó que fotos suyas estaban en un sitio porno. Belén trató de borrar esa historia que dice nunca protagonizó. No pudo. Y denunció a Google en la Justicia. El tema lo tiene hoy la Corte.
La Web se apropió de la identidad de Belén y la trastocó. Un escrache kafkiano en un espacio de venta de servicios sexuales. Es un caso. Pero hay millones.
Nunca se corrió tanto peligro de quedar escrachado para siempre.
Internet es un archivo, el mayor archivo de memoria construido por el hombre. Es fascinante. La arquitectura se basa en el hipertexto: contenidos que se enlazan unos a otros y que los buscadores localizan y catalogan y nos los ofrecen en forma ordenada.
Es fascinante y peligroso a la vez: se aprieta enter y la información queda de por vida y de por vida puede perjudicar a algunas personas. Una memoria absoluta que las puede asfixiar, les puede cerrar el horizonte.
A veces ese agobio está fundado. Otras veces no.
Puede ser algo falso y afectar y agraviar sin sustento de verdad. Y también puede ser injusto porque trae al presente algo superado con dolor. Todo queda registrado. Acciones equivocadas que se eternizan. Y las infamias y mentiras que cualquiera puede escribir de cualquiera sin una nota al pie que diga: oiga señor internauta, usted está leyendo una calumnia o un disparate.
No hay verdad ni hay mentira. O las hay pero las dos valen lo mismo.
Internet es una gran vía hacia la democratización de la palabra y hacia la comunicación de todos con todos.
Pero no tiene modo de saber qué debe recordarse y qué no.
Afortunadamente no hay un cuerpo de vigilantes al estilo de un Gran Hermano que diga qué debe estar disponible y qué no en esa súper memoria. A Boudou le encantaría tener ese control.
No todo debe ser recordado. A veces hay que permitir el olvido para respirar sin cargar con una etiqueta injusta.
El derecho al olvido es un modo de justicia porque no siempre la memoria nos lleva a la justicia.
Aquí, ese derecho todavía no existe. Europa lo tiene desde mayo: cualquiera puede exigir a Google que olvide su nombre. Ya hay 135.000 pedidos.
El procedimiento es bien complejo porque hay que armonizar el derecho a la información y a la documentación con el derecho de cualquier persona a que se borren falsedades y a que se olviden aspectos de su vida. Y es difícil también por otra razón: ¿Quiénes deben ser los que decidan? ¿Los buscadores?
Todos tenemos derecho al olvido y también derecho a expresarnos.
La cuestión es encontrar el equilibrio entre decir y difamar, entre recordar y lapidar a alguien, sólo porque lo inmerecido o lo incorrecto queda vivo en la Red y para siempre.


Mientras tanto, cuidado con lo que publican ! ! ! 

miércoles, 8 de octubre de 2014

Ciclo celular- Videos recomendados

Alumnos de 2° B.

Los invito a ver los siguientes vídeos para poder entender el ciclo celular para poder trabajar las próximas clases.

https://www.youtube.com/watch?v=FdIe0drBCM4

https://www.youtube.com/watch?v=p8ckQO-yFN4

Nos vemos la proxima clase.
Profesora Gabriela Vuigner

lunes, 6 de octubre de 2014

Para tener en cuenta y cuidarse

Crecen las consultas por el “síndrome de visión informática”
Lo provoca el exceso de horas frente a pantallas luminosas. Para evitarlo hay que reeducar la postura y cambiar hábitos visuales.
Vivimos expuestos a diferentes tipos de pantallas, parpadeamos menos, nos sentamos mal. El “síndrome de visión informática” (computer visual syndrome) surgió como consecuencia de la exposición prolongada a pantallas luminosas a una distancia reducida y hoy lo padecen muchas personas. El contacto permanente con las pantallas causa visión borrosa, fatiga e irritación ocular, dolor de cuello, sensibilidad a luz, sequedad, visión doble, mareos y cefaleas. Para evitarlo no sólo hay que reeducar la postura sino adaptar los hábitos visuales.
Este síndrome afecta tanto a los chicos (en cuyo caso, puede no sólo afectar la salud visual, sino también psíquica y su forma de relacionarse) como a los adultos, tras sus extensos horarios de trabajo en contacto con la computadora, tablets y smartphones.
Datos del Instituto Nacional de Salud y Seguridad Laboral de los Estados Unidos informan que cerca del 90% de las personas que usan computadoras durante tres o más horas pueden desarrollar este síndrome. En España también lo padecen. Según el Colegio Oficial de Opticos y Optometristas de Cataluña el 70% sufre picor, enrojecimiento, sequedad y visión borrosa. Ellos proponen seguir la regla 20-20-20: apartar la mirada durante 20 segundos, cada 20 minutos enfocando a una distancia de 20 pies (seis metros).
En el caso de los niños, varios consensos científicos entre neurólogos, oftalmólogos y pediatras determinaron que no se les debe permitir permanecer más de dos horas al día al frente de este tipo de pantallas. Inclusive la recomendación de la Academia Americana de Pediatría es que los menores de dos años no deben permanecer frente al televisor en ningún momento. Ocurre que las consecuencias sobre el desarrollo psíquico y de conducta, postural, alteración de hábitos y ritmos circadianos (que constituyen el reloj biológico humano, regulando sus funciones fisiológicas) y sobre su visión son graves en los menores de 5 años. Muchas veces, se cree que un niño posee problemas de aprendizaje, cuando en realidad el motivo puede radicar en algún problema en su visión. Un niño que no ve bien, no aprende bien. En el caso de los adultos, las repercusiones pueden ser las mismas, ya que las horas de exposición son mayores.  
“Este es un motivo de consulta bastante frecuente, más común en mujeres mayores de 50 años. Se debe a que cuando uno está frente a la pantalla parpadea menos y el ojo pierde lubricación. Hay varias sugerencias para no padecer este síndrome, como tenes a mano gotas lubricantes, evitar el uso de aire acondicionado o ventiladores que apunten directamente al rostro. También es recomendable chequear nuestra postura y a qué distancia o dirección está la pantalla y la silla. Lo ideal es subir la silla o inclinar la pantalla para que el ojo esté lo menos abierto posible. De esa manera impedimos que se reseque”, apunta Robert Kaufer, oftalmólogo y director médico de la Clínica de Ojos Kaufer. El descanso también es importante: si existen tareas que requieran el uso de la computadora, hay que tomarse un recreo por cada hora de trabajo. Basta con cerrar los ojos durante un minuto, para luego poder retomar la tarea.