Crecen las consultas por el “síndrome de visión informática”
Lo provoca el
exceso de horas frente a pantallas luminosas. Para evitarlo hay que reeducar la
postura y cambiar hábitos visuales.
Vivimos
expuestos a diferentes tipos de pantallas, parpadeamos menos, nos sentamos mal.
El “síndrome de visión informática” (computer visual syndrome) surgió como
consecuencia de la exposición prolongada a pantallas luminosas a una distancia
reducida y hoy lo padecen muchas personas. El contacto permanente con las
pantallas causa visión borrosa, fatiga e irritación ocular, dolor de cuello,
sensibilidad a luz, sequedad, visión doble, mareos y cefaleas. Para evitarlo no
sólo hay que reeducar la postura sino adaptar los hábitos visuales.
Este síndrome afecta tanto a
los chicos (en cuyo caso, puede no sólo afectar la salud visual, sino también
psíquica y su forma de relacionarse) como a los adultos, tras sus extensos
horarios de trabajo en contacto con la computadora, tablets y smartphones.
Datos del Instituto Nacional
de Salud y Seguridad Laboral de los Estados Unidos informan que cerca del 90%
de las personas que usan computadoras durante tres o más horas pueden
desarrollar este síndrome. En España también lo padecen. Según el Colegio
Oficial de Opticos y Optometristas de Cataluña el 70% sufre picor,
enrojecimiento, sequedad y visión borrosa. Ellos proponen seguir la regla
20-20-20: apartar la mirada durante 20 segundos, cada 20 minutos enfocando a
una distancia de 20 pies (seis metros).
En el caso de los niños,
varios consensos científicos entre neurólogos, oftalmólogos y pediatras determinaron
que no se les debe permitir permanecer más de dos horas al día al frente de
este tipo de pantallas. Inclusive la recomendación de la Academia Americana de
Pediatría es que los menores de dos años no deben permanecer frente al
televisor en ningún momento. Ocurre que las consecuencias sobre el desarrollo
psíquico y de conducta, postural, alteración de hábitos y ritmos circadianos
(que constituyen el reloj biológico humano, regulando sus funciones
fisiológicas) y sobre su visión son graves en los menores de 5 años. Muchas
veces, se cree que un niño posee problemas de aprendizaje, cuando en realidad
el motivo puede radicar en algún problema en su visión. Un niño que no ve bien,
no aprende bien. En el caso de los adultos, las repercusiones pueden ser las
mismas, ya que las horas de exposición son mayores.
“Este es un motivo de consulta
bastante frecuente, más común en mujeres mayores de 50 años. Se debe a que
cuando uno está frente a la pantalla parpadea menos y el ojo pierde
lubricación. Hay varias sugerencias para no padecer este síndrome, como tenes a
mano gotas lubricantes, evitar el uso de aire acondicionado o ventiladores que
apunten directamente al rostro. También es recomendable chequear nuestra
postura y a qué distancia o dirección está la pantalla y la silla. Lo ideal es
subir la silla o inclinar la pantalla para que el ojo esté lo menos abierto
posible. De esa manera impedimos que se reseque”, apunta Robert Kaufer,
oftalmólogo y director médico de la Clínica de Ojos Kaufer. El descanso también
es importante: si existen tareas que requieran el uso de la computadora, hay
que tomarse un recreo por cada hora de trabajo. Basta con cerrar los ojos
durante un minuto, para luego poder retomar la tarea.
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